MARIANA
MAGGIO (2018), REINVENTAR LA CLASE EN LA UNIVERSIDAD, PAIDÓS, BUENOS AIRES, 183
PÁGINAS
Alexis Chausovsky*
Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad
Nacional de Entre Ríos, Argentina
Recibido: 16/08/2019 Aceptado: 26/20/2019
Reinventar la clase en la
universidad nos propone resquebrajar los cimientos
de la didáctica clásica y a generar nuevas iniciativas en un escenario que ofrece
desafíos incesantes y heterogéneos. La propuesta de Mariana Maggio se fundamenta
en dos nociones clave: enseñanza poderosa e inclusión genuina. La primera
procura interrogar la enseñanza para su actualización, desarrollando interrogantes
abiertos para una práctica que conmueva; la segunda implica reconocer cómo se
construyen los conocimientos de los docentes, advertir las transformaciones de
la sociedad y la enseñanza en el escenario contemporáneo.
El primer
capítulo toma distancia de las modalidades de la clase expositiva caracterizada
por una explicación unilateral de docentes que con ella pretenden reparar la
selección bibliográfica fragmentaria de pequeños textos inconexos que conforma
los programas de estudios. Maggio busca desestabilizar el dominio de aquello
que Edith Litwin bien denominó “secuencia lineal progresiva” de las clases. Desde
la mirada de la enseñanza poderosa, las clases memorables se basarían en el
abordaje teórico actual de las problemáticas correspondientes, mirando en
tiempo presente para buscar una lectura original. La clase sería un espacio de
invención, partiendo de las investigaciones que en ella misma se lleven a cabo.
La autora llega a afirmar que “cada clase es un invento” y pone en un
tembladeral las rutinarias clases idénticas en diferentes ciclos lectivos, indiferentes
a lo debatido en los medios de comunicación y las redes sociales o las
situaciones institucionales.
El segundo
capítulo gira alrededor de la noción de inmersión, signada por la experiencia
de constante participación en los nuevos formatos narrativos. La inmersión,
rasgo cultural de una época con alta disponibilidad tecnológica, combina la
televisión, los juegos en línea y las plataformas como Netflix y modifica los
modos de relacionarse con las historias. Maggio valora el modelo de las nuevas
series para demostrar la potencia de las preguntas que enhebran los diferentes
episodios y mantienen la atención del público. A su vez pone de relieve el
planteo de problemas que no pueden ser estudiados por una sola teoría, la
riqueza del contexto en que se incluyen, el cuestionamiento al tiempo lineal en
pos de saltos e interrupciones, los dilemas que llevan al extrañamiento, la
anticipación temática y la hibridación de géneros y tramas. Así, propone romper
las concepciones estrechas que delimitan la educación al tiempo y al espacio del
aula.
El tercer
capítulo demuestra que las condiciones para una clase distinta se han de sostener
en la transformación del programa de estudios, que podría basarse
principalmente en preguntas y no sólo en objetivos a cumplir. Ello permitiría
el abordaje de temas relevantes en la agenda actual como los videojuegos y la
gamificación-. Incluso en un mundo con amplia disponibilidad tecnológica, la
autora también destaca la lectura de libros completos y en profundidad -observando
de hecho la posibilidad de convocar a sus autores a las clases- para que se
amplíen las condiciones para un conocimiento novedoso, sin separar al libro de
la praxis, sino enalteciendo el poder de alterar los tiempos y los espacios de
la clase.
Esta tentativa
requiere conformar otros modos de evaluación. Como dice Maggio en el cuarto
capítulo, se trata de tener presente el sentido moral del acto de evaluar, que puede
ser entendido incluso como una creación. Para fundamentarlo, expone las evaluaciones
de la cátedra a su cargo, Tecnología Educativa de la Licenciatura en Ciencias
de la Educación (UBA), entre 2011 y 2017, que involucran el estudio de casos, la
reflexión de situaciones cotidianas, el uso de las redes sociales como
herramientas mediadoras para construir conocimiento colaborativamente, la
combinación de la resolución de problemas de parte de los estudiantes que se
ponen en el lugar de tecnólogos educativos. Se entiende a la evaluación a
partir de la coherencia con la propuesta didáctica, en pos inserciones críticas
en las prácticas, que implique negociaciones colectivas y busque propiciar la
inclusión de los estudiantes.
La propuesta
didáctica con la que será coherente la evaluación es el centro del quinto
capítulo. Estamos hablando, siguiendo a Maggio, de una “didáctica en vivo”, que
procura transformar el conocimiento teórico mientras se recrea la práctica de
enseñanza. La didáctica en vivo es aquella que sostiene prácticas que dan cuenta
de las transformaciones culturales recientes y que aún no está construida. La
clase universitaria mirada desde una didáctica en vivo se expresa, por ejemplo,
divisando las tendencias actuales, reconstruyendo las clases en redes sociales para
la producción teórica colectiva. Es una propuesta que va más allá del aula, de
una cátedra o una carrera específica y que sugiere, como dice la autora en el
sexto capítulo, que las clases se vuelvan experiencias que vale la pena vivir.
Dados los peligros que aquejan a la educación pública, que van desde las
posibilidades restringidas para su ingreso hasta los riesgos de su deserción,
es necesario que las clases sean extraordinarias, únicas. Ello implica combinar
los formatos escritos y multimedia hacia producciones creativas conjuntas entre
docentes y estudiantes, advirtiendo a su vez la vigencia y los alcances del
pensamiento de autores y autoras en cada área de conocimiento.
El séptimo
capítulo establece que lo propuesto en el libro sólo tiene como condición que
la enseñanza sea entendida como proyecto colectivo. Gracias a la trama de
atravesamientos de las tecnologías de la información y la comunicación y la
emergencia de la idea de inteligencia colectiva, se abren nueva formas de
cultura participativa que a su vez reconfiguran el trabajo de los equipos de
cátedra y la participación de los estudiantes. En un mundo de “humanidad
aumentada”, interconectada, hibridada con sistemas que guían las conductas individuales
y colectivos, hacer un uso conjunto
horizontal, con diversos aportes, para |debatir, criticar e imaginar.
Con este
recorrido, el libro llama a la lectura, a la reflexión y a la renovación de las
prácticas que se han legitimado por su propia reiteración y que se toman como
naturales o ineludibles. Nos encontramos ante una producción indispensable,
tanto para las discusiones teóricas en didáctica como para reconfigurar las
clases y los modos de concebir la educación universitaria en su conjunto.
* Master en philosophie et critiques
contemporaines de la culture (Université Paris VIII) y Magíster
en Comunicación y creación cultural (Fundación Walter Benjamin,
Universidad CAECE, Buenos Aires), Licenciado y Profesor en Comunicación Social
(Universidad Nacional de Entre Ríos). Profesor de la Licenciatura y el
Profesorado en Comunicación Social de la Facultad de Ciencias de la Educación
de la Universidad Nacional de Entre Ríos y de la Facultad de Ciencias de
la Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Integrante de la
Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos EDUNER.