NOCIONES SOBRE LA LECTURA Y LA ESCRITURA DE ESTUDIANTES DE INSTITUTOS DE FORMACIÓN DOCENTE DE NIVEL SUPERIOR

PROFESORADOS DE EDUCACIÓN PRIMARIA Y PROFESORADOS PARA NIVEL MEDIO EN ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA

 

Mónica Baez[1]*

Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina

monica.baez@unr.edu.ar

 

Gabriela Alejandra Olivari[2]**

Universidad Autónoma de Entre Ríos, Argentina

gaolivaribaglione@gmail.com

 

Adriana Graciela Gómer[3]***

Universidad Autónoma de Entre Ríos, Argentina

adrianagomer@gmail.com

 

Recibido: 31/07/2019  Aceptado: 1/12/2019

 

Resumen

            El presente artículo da cuenta de los avances en torno a una investigación cualitativa en proceso de desarrollo a cargo de un equipo integrado por docentes y alumnos avanzados de la Maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura (FHyA/UNR). Dentro del marco general de la epistemología genética, la teoría de los sistemas complejos (García, 2002) y el Interaccionismo discursivo (Bronckart, 2015), se parte de la hipótesis de que tanto el conocimiento teórico como la experiencia vivencial de la escritura y de la lectura atraviesa a los futuros docentes e incide en sus futuras prácticas áulicas.

El estudio aspira a interpretar la articulación entre saberes y prácticas en torno a la lectura y la escritura en estudiantes de Profesorados de Institutos de Formación Docente. A este fin, se realizaron entrevistas en profundidad con estudiantes de dichos institutos para sondear sus supuestos y sus saberes acerca de ambas prácticas, nociones construidas a través de su biografía vivencial y académica.

En este artículo nos referimos a los resultados provisorios obtenidos en los sondeos realizados con estudiantes de primero, tercero y cuarto año de los profesorados de Educación Primaria y de Educación Secundaria en Lengua y la Literatura en tres provincias argentinas: Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.

 

Palabras clave: Estudiantes de profesorado –  Lectura – Escritura – Práctica docente – Formación docente.

 

Abstract

            This article demonstrates the progress of an investigation currently in development by advanced teachers and students at the Master’s Degree in Teaching of Language and Literature at FHyA/UNR. Within the general framework of Genetic Epistemology, the Theory of Complex Systems (Garcia, 2002) and the Discursive Interactionism (Bronckart, 2015) the main hypothesis stablishes that both theoretical knowledge and experimental experience of writing and reading across future teachers and their future practices.

The study aims to understand the articulation between knowledge and practice around reading and writing in students at Teachers Training Institutes. To this end, profound interviews were made with students of these institutes to prove their assumptions and knowledge about both practices, notions that were built from their own experience and academic biography.

In this article we refer to the temporary results obtained in the surveys that were carried out with students at Teachers Institutes of First, Third and Fourth Year of Primary and Secondary Education, in the area of Language and Literature, from three Argentinian provinces: Entre Rios, Santa Fe and Cordoba.

 

Keywords: Trainee teachers – Reading – Writing – Teaching practice – Teacher training programs.

 

Consideraciones preliminares

            Este artículo sintetiza parte del trabajo realizado en el marco del Proyecto de investigación Problemas y alternativas en la didáctica de la enseñanza de la lengua y la literatura en los institutos de formación docente de nivel superior (FHyA/UNR, Resolución C.S. Nº 1048/2018)1[4] aún en marcha.

Actualmente se escuchan con frecuencia, en instituciones de todos los niveles del sistema educativo, incluido el universitario, comentarios de maestros y profesores preocupados por las dificultades que ponen de manifiesto los alumnos a la hora de producir e interpretar textos, particularmente los académicos. A la par, especialmente desde la difusión y popularización de las nuevas tecnologías de la escritura, se diagnostica una crisis de lectura que conduciría a varias pérdidas, entre ellas la fundamental se refiere al libro como objeto por antonomasia de lectura y de saber. Objeto esencial de una cultura cuyas prácticas de lectura y de escritura guiaron la formación de la mayoría -probablemente de todos- los docentes actuales, aun los más jóvenes. Este panorama problematiza las prácticas docentes en torno a la lectura y la escritura. Estimamos que la interpretación de dicho escenario requiere de reflexión didáctica y lingüística pues, como sabemos, no alcanzan los cambios curriculares, los cambios de denominaciones (enseñanza de la Lengua y la Literatura por enseñanza de las prácticas sociales del lenguaje, por ejemplo) o la provisión de computadoras para modificar per se los logros de los alumnos. En este sentido, Bronckart (1991) afirma: “la enseñanza de lenguas es, por cierto, un terreno de profundas contradicciones [...]. Hace falta, ante todo, claridad didáctica, pero también el auxilio de las ciencias del lenguaje” (Bronckart (199, s/f). En este tópico también inciden las nociones epistemológicas que subyacen a la interpretación didáctica del hecho educativo tanto como las que disponen los docentes acerca de la especificidad de los objetos a enseñar, en este caso el lenguaje escrito y las prácticas que le son inherentes, la lectura y la escritura. Prácticas que, en una sociedad culturalmente letrada, son sociales y que, en los ámbitos escolares, se transforman en objeto de enseñanza.

La lectura y la escritura a las que aluden las preocupaciones antes citadas se refieren a la posibilidad humana de construir significados a partir de un sistema de marcas que representan una modalidad particular y específica de lenguaje, el lenguaje escrito. En este sentido, es indiscutible que enseñar a leer y a escribir continúa siendo tarea y desafío de la escuela- y de cada nivel educativo-. El planteo que proponemos puede parecer demasiado amplio y tal vez, a fuerza de repetido, innecesario. Sin embargo, creemos que para encontrar respuestas a esas preocupaciones debemos detenernos a reflexionar sobre cuestiones de fondo.  ¿Qué es leer?  ¿Qué es escribir? ¿Por qué abordar la lectura y la escritura en conjunto y no solo una de estas actividades?

Parafraseando a Manguel al relatarnos una historia de la lectura, con la aparición de la escritura nace el lector. ¿Pero qué lector? Hubo una época en la que ser lector era ser oidor, es decir partícipe de una lectura hecha por otro, así como hace mucho tiempo ser autor no era necesariamente ser escritor, sino “dictador”. Pero, en todos los casos leer remite a la actividad de interpretar, significar. Precisamente Freire (Manguel, 2004, p. 107) señala al referirse a la importancia del acto de leer que este acto “implica siempre percepción crítica, interpretación y “reescritura” de lo leído”. Leer para interpretar textos que comunican, informan, transmiten…así como escribir es producir textos, textos significantes para otro u otros lectores.  Otros con los que se comparten ciertos modos de significar. Como señala Chartier (1994), “la lectura es siempre una práctica encarnada en gestos, espacios” “la lectura no está ya inscrita en el texto, […] un texto no existe sino porque hay un lector para otorgarle significación” (Chartier, 1994, p.23).

Leer y escribir, entonces, son actividades que se han ido resignificando a través del tiempo. Por una parte, implican el dominio de un sistema gráfico que produce significados en función de ciertos principios. Por otra parte, y a la vez, esos verbos suponen el dominio de un conjunto de dispositivos gráficos complementarios (puntuación, distinciones ortográficas y tipográficas, etc.) y de ciertas prácticas. En suma, de tradiciones de lectura y de escritura que en cada época y lugar le dan sentido particular a esas actividades y con ello a las nociones de texto, de lector, de escritor, de legibilidad, entre otros ligados a las culturas de lo escrito.

Participar de la cultura escrita supone asumir una herencia cultural que involucra el ejercicio de diversas operaciones con y en los textos tanto como la puesta en acción de conocimientos sobre las relaciones entre los textos, entre ellos y sus autores, entre los autores mismos, entre los autores, los textos y sus contextos. Así, en el mundo social y cultural que compartimos conformamos comunidades de lectores (y de escritores) y cada uno de nosotros es miembro de diferentes comunidades por intereses comunes, por disciplinas compartidas, por tareas que nos reúnen. ¿De qué comunidades de lectores y de escritores participan estudiantes que han elegido ejercer la docencia en áreas atravesadas por la lectura y la escritura como objetos de enseñanza?

Una afirmación, que puede parecer una obviedad, pero debemos recordar, como ya hemos señalado: leemos y escribimos en la escuela porque nuestro mundo social y cultural es letrado, es decir, es importante saber leer y escribir en la escuela porque es esencial fuera de ella. En este sentido saber leer tanto como saber escribir, es ser miembro activo de un mundo de poder en el que la comprensión se funda en el dominio de esta particular modalidad de lenguaje: el lenguaje escrito.  

Asumir el desfasaje entre lo que se enseña en la escuela y se practica fuera de ella vuelve necesaria la revisión de las teorías que la han orientado durante mucho tiempo. Al respecto, los avances producidos en la didáctica de la lectura y de la escritura desde los aportes de la psicología genética, los estudios históricos acerca de las culturas de lo escrito y de los estudios socioculturales, han permitido instalar en las prácticas educativas varios conceptos fundamentales, tales como la necesidad de crear en el aula contextos comunicativos que den sentido a la circulación y al trabajo con diversidad de textos, instalen el rol protagónico del alumno en la producción y evaluación de textos, y atiendan al valor del trabajo cooperativo, entre otros.

Retomamos una pregunta inicial: ¿por qué abordar la lectura y la escritura en conjunto y no solo una de estas actividades? De hecho algunas perspectivas actuales, de raíz anglosajona fundamentalmente, plantean la escisión entre una y otra práctica. No es esta nuestra línea de trabajo. Consideramos que, si bien se trata de actividades diferenciadas, son complementarias y se producen interfaces entre ellas que nuestras prácticas sociales de lectura y de escritura ponen en evidencia: ¿cuántas veces leemos diversos materiales en pantalla y en papel para escribir una planificación o el discurso para el acto de una fecha patria? ¿Cuántas veces escribimos y reescribimos un texto que leeremos o recitaremos en una reunión? Leer para leer, escribir para leer, leer para escribir…nos enfrentan no sólo a la complejidad de estas actividades sino también a la dinámica de sus interacciones posibles. Entendemos que reconocer estas interacciones así como el rol de la actividad inteligente y creadora de quien aprende nos provee de nuevas herramientas para contribuir a que muchos más sean partícipes activos de esta cultura que, a través de pantallas o de papeles, sigue siendo escrita.

Por lo antedicho, a través de nuestro Proyecto se pretenden relevar los supuestos y los saberes que organizan la lectura y la escritura de textos en estudiantes que se forman como docentes en los dos niveles educativos citados, pues entendemos que esta instancia de formación de grado constituye una etapa fundamental para revisar y reformular nociones preexistentes que de algún modo incidirán en las propuestas didácticas que elaboren estos estudiantes de hoy y docentes de mañana. A partir de la hipótesis de que tanto el conocimiento teórico como la propia experiencia vivencial de la escritura y de la lectura atraviesan a los futuros docentes e inciden de manera decisiva en sus futuras prácticas áulicas, este estudio aspira a explorar y describir la articulación entre saberes teóricos y prácticos en torno a la lectura y a la escritura. Incluimos a los futuros docentes de Lengua y Literatura pues entendemos que este campo de enseñanza multi e interdisciplinar se basa en prácticas de lectura y de escritura y en saberes alcanzados a través de las mismas. Al interior de cada una de las disciplinas involucradas en este último campo, y a su vez entre Lengua y Literatura como disciplinas en sí mismas, se producen entrecruzamientos epistémicos, teóricos y metodológicos y, por ello, articulaciones y polémicas que no se soslayan en este Proyecto de investigación. No se desconocen, por ejemplo, las polémicas en torno a los procesos de enseñanza y de aprendizaje así como acerca de la especificidad o no de la didáctica de la Lengua y, por su parte, de la Literatura. La toma de conciencia simultánea de varios campos del saber, en particular sobre las relaciones entre oralidad y escritura y los modos de existencia social de las prácticas de lectura y de escritura, permiten problematizar nociones esenciales y vigentes en la enseñanza de la Lengua y la Literatura tales como lenguaje oral, lenguaje escrito, autor, escritor, lector y los modos y las funciones que hoy definen a unos y a otros, entre otros aspectos teóricos. Asimismo, un cúmulo de aportes también interdisciplinares permite hoy redimensionar y proponer nuevas categorías respecto de lo literario.

En este contexto se emplea el término “problematizar” en el sentido empleado por Foucault (1973):

 

"’problematización’ no quiere decir representación de un objeto preexistente ni tampoco creación por el discurso de un objeto que no existe. Es el conjunto de las prácticas discursivas o no, que hace que algo entre en el juego de lo verdadero y de lo falso, constituyéndolo como objeto para el pensamiento (ya sea bajo la forma de reflexión moral, del conocimiento científico, del análisis político, etc.)" (Foucault, 1973, s/p).

 

Problematizar la didáctica de la enseñanza de la Lengua y la Literatura, así como las instancias de formación en las que los maestros  y profesores construyen y re-construyen el discurso pedagógico y disciplinar que define su rol y sus prácticas, implica asumir de antemano la complejidad y dinámica de procesos que, a nivel de los sujetos y de las interacciones áulicas, los involucran dialécticamente con un objeto de índole lingüística, histórica y social particular: la escritura.

Por último, no se puede desconocer que

 

La complejidad del hecho educativo exige varios niveles de análisis y su subsecuente articulación. Es evidente que en el acto pedagógico están comprometidos aspectos institucionales y libidinales—además de los mecanismos cognoscitivos—, por lo que resulta ilegítima su reducción a una sola perspectiva, por importante que sea (Castorina, 1995, s/p).

 

Por ello el estudio en desarrollo comprende otras etapas y actores que los que aquí citamos.

 

Procedimientos para la obtención de datos

                El objeto de estudio de nuestra investigación requiere de una construcción metodológica compleja ya que abordar la enseñanza de la lectura y de la escritura, considerando también el campo específico de la Lengua y la Literatura, implica reflexionar acerca de un área de enseñanza que, desde su enunciación, se presenta como un cruce de teorías del aprendizaje y teorías de un campo interdisciplinar: el de la escritura y las teorías de lo escrito.

Inicialmente se propuso la constitución de un equipo de investigación interdisciplinar en el que adquirirá particular relevancia el diálogo entre alumnos y profesores de la Maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura. Por las características de la problemática abordada y del marco epistémico que se asume en este estudio, el mismo se inscribe en una de las líneas de investigación consideradas prioritarias en la Maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura. En orden a ello, la construcción del objeto de estudio y la metodología de indagación se basa en un enfoque cualitativo sobre la base de los supuestos de la investigación participativa.

En un primer momento tomamos una serie de decisiones entre las que se encuentra la selección de estudiantes de profesorados de Educación Primaria y de profesorados de Lengua y Literatura. Esta decisión obedece a que creemos que las prácticas de enseñanza de didáctica de lengua y la literatura en particular y las experiencias de lectura y escritura de los espacios de formación en general en la carrera de Educación Primaria,  tienen un fuerte impacto en los modos de enseñar a leer y escribir de quienes serán futuros alfabetizadores. Por otra parte, los egresados de los profesorados de Lengua y Literatura serán quienes se ocuparán de la continuidad y complejización de las prácticas de lectura y escritura de sus alumnos y, a la vez, serán quienes podrán intervenir en la formación de los docentes.

Respecto de las entrevistas en profundidad que llevamos a cabo hasta el momento, una de las decisiones que tomamos fue plantear preguntas-eje que guiarían los diálogos. Así se definieron como temas básicos la indagación acerca de cómo los futuros docentes definían la lectura, la escritura y la literatura.

 

Interrogantes-eje para las entrevistas en profundidad

1. ¿Qué es leer?

2. ¿Qué es escribir?

3. ¿Para qué sirve leer y escribir?

4. ¿Qué texto literario recuerda con placer y en qué momento lo leyó?

5. ¿Qué texto literario le ofreció mayor dificultad para la lectura?

6. ¿Qué opinan / pueden decir acerca de esta escritura?

 

También se decidió proponer una situación que implicara el análisis de una escritura infantil a fin de interpretar la consistencia o no de los argumentos expresados durante el transcurso de las entrevistas. El interés en el análisis de las escrituras propuestas, en el que, dado los límites de este artículo, no nos detendremos, radica en que se trata de producciones de niños en proceso de alfabetización y que, por ello, presentan aspectos de textualización no convencionales así como también notables logros en el dominio del discurso narrativo.  Desde una perspectiva tradicional respecto de la lectura y de la escritura esos logros quedan ocultos tras los errores ortográficos o de segmentación interpalabra. Sin embargo, desde una perspectiva sociocultural y psicogenética esos textos muestran saberes a partir de los cuales los docentes podrían intervenir cualitativamente en pos de que los alumnos alcancen los aspectos retóricos y, por ende lingüísticos, que permitirían la revisión y mejoramiento de los textos de cada autor.

En este trabajo nos referiremos solamente a la interpretación de algunos aspectos que revelaron las entrevistas en profundidad.  Hasta el momento hemos realizado 34 entrevistas a estudiantes de primero, tercero y cuarto año de los Profesorados de las ciudades de Paraná, Belville y Rosario (respectivamente provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe).

 

Análisis e interpretación provisorios de los resultados

                Para el presente artículo nos hemos focalizado en el análisis de las concepciones de lectura y de escritura que subyacen a las respuestas de los estudiantes de los profesorados mencionados. Para ello nos centramos en el análisis de las respuestas a las preguntas sobre los temas: qué es leer, qué es escribir y para qué sirven leer y escribir. La información obtenida se analizó e interpretó desde un método cualitativo, el cual busca comprender y profundizar los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes involucrados en ellos. Es inductivo, abierto, expansivo, paulatinamente se va enfocando en conceptos de acuerdo a la evolución del estudio. Además es no direccionado en su inicio (Hernández Sampieri et al., 1991). Este análisis nos permitió constatar categorías halladas anteriormente en Proyectos de investigación previos2[5].

En los discursos de los estudiantes entrevistados observamos posturas antagónicas a la hora de argumentar acerca de qué es leer y qué es escribir. Dichas opiniones se fundan, en algunos casos, en una visión tradicional, según la cual se trata de actividades de codificación y decodificación. Por ejemplo:

 

Escribir es dibujar/representar letras, palabras, números. También signos o garabatos (estudiante de primer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Leer es interpretar símbolos escritos. Escribir es trasmitir ideas por medio de símbolos (estudiante de cuarto año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Trazar – dibujar signos, que puedan ir formando letras, palabras y que signifiquen algo. Se puede escribir en papel, con lapicera/lápiz o a través de una computadora con teclado o sistema táctil (estudiante  de cuarto año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

Leer es el acto de descifrar el lenguaje por el cual cobra sentido de coherencia y cohesión lo que estás leyendo. Escribir es trazar las grafías del lenguaje que hablás, por ejemplo (estudiante de cuarto año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

Por el contrario, otros argumentos aluden a la importancia de la comprensión. Esta perspectiva parece referirse a una concepción de la lectura y de la escritura que enfatiza la comprensión y el valor de estas prácticas como medio de comunicación e ingreso al mundo social (Goodman, 1992; Vernon, 1996). A modo de ilustración:

 

Leer es un proceso mental. Es un hecho de comunicación mediatizada entre los participantes entre el tiempo y el espacio. Es también un proceso de conocimiento (estudiante de tercer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Escribir para mí es la expresión que deja constancia de lo que pensamos, ya que dista en cuanto a plasmar eso que tenemos en nuestra mente por medio de nuestras manos, de los meros pensamientos o palabras que no dejan su marca más que en otras cabezas que recuerden eso dicho (estudiante  de cuarto año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

 

Una tercera perspectiva revela la coexistencia simultánea y contradictoria de las dos anteriores.

 

Escribir implica un proceso cognitivo de poder expresar gráficamente, la lengua oral (fonemas). Es por eso que es necesario saber usar “reglas” para su buen uso, ya que entre la lengua oral y escrita no hay un paralelismo totalmente perfecto.  Además debe tener un sentido, poder comunicar a otro, y éste lo entienda (estudiante de tercer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Leer no es solo decodificar un texto, es también poder comprender e interpretar lo que él ofrece para darle un sentido significativo (estudiante de segundo año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

 

(Leer) Es un aprendizaje que implica comprender un sistema de códigos a través de una escritura (estudiante de cuarto año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

 

Leer es decodificar el código escrito. Así poder interpretar y comprender las ideas que en ese texto se expresan. Si lo vemos desde un sentido más literario la lectura puede causar placer (estudiante de cuarto año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Otra concepción, aunque menos presente en el sondeo, vincula aspectos sociales y culturales a un posicionamiento constructivista al definir las prácticas mencionadas:

 

Leer es una práctica social, cultural y una actividad cognitiva que implica comprender. También implica un desarrollo psicológico (estudiante de primer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Leer es un proceso de construcción sociocultural, donde los sujetos socio dinámicos se encuentran con distintos portadores escritos de circulación social y textos materializados en libros. Leerlos les implica construir sentidos, desarrollar hipótesis de lectura, y no descifrar, porque no se puede reducir el acto de leer a un mero acto perceptivo de formas. Además, leer (…) es un verbo que adquiere distintos sentidos a lo largo de cada cambio socio histórico, no obstante el mismo, se vuelve una práctica social situada, histórica, cultural de entramados complejos y profundos (estudiante de cuarto año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Escribir es un proceso de construcción o producción de significado. Este proceso de construcción va adquiriendo sentido a medida que el escritor lee, relee, escribe y a partir de eso hace un reescrito de las ideas que pueda haber (estudiante de tercer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

En cuanto al ítem referido a para qué sirve leer y escribir, algunos argumentos aluden a  que la lectura y la escritura tienen un sentido liberador -idea inspirada en la obra de Paulo  Freire- y/o habilitan el ejercicio de la ciudadanía en una cultura letrada- idea que subyace a la obra de Vygotsky y especialmente a la de Ferreiro-. Ejemplos:

 

Leer y escribir sirven para desarrollar niveles cada vez más elaborados de pensamiento, comunicación e interacción positiva con los demás y con el medio, además de que son instrumentos muy valiosos para aprender, seguir estudiando y seguir aprendiendo. En el mundo actual la capacidad para aprender a lo largo de toda la vida es no sólo una necesidad (…), sino que es también un derecho de todos (…) (estudiante de primer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Leer y escribir sirven para poder ser parte de la cultura escrita y poder transmitirla,  comunicarse, expresarse, poder conocer otros mundos posibles. Además, poder interpretar lo que otras personas escribieron y pensaron. También crear textos, literatura. Es decir, forma parte de la cultura de una sociedad (estudiante de tercer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Leer y escribir sirven para alfabetizarse e insertarse en una sociedad y cultura (estudiante de tercer año del Profesorado de Nivel Primario).

 

Por otra parte, encontramos argumentos que vinculan fuertemente la utilidad de la lectura y la escritura como fuente y difusión de conocimientos y/o aprendizajes:

 

Saber leer y escribir son herramientas que sirven para toda la vida. A través de la lectura se pueden extraer conocimientos de calidad, para lo cual es necesario poseer la capacidad de leer y entender lo que se ha leído. Mientras que por medio de la escritura, se pueden difundir los conocimientos o manifestar determinadas ideas (estudiante de cuarto año del Profesorado de Educación secundaria en Lengua y literatura).

 

Considero que leer nos brinda la posibilidad de conocer, de aprender, nos invita a descubrir y redescubrir otros mundos. Por otro lado entiendo que saber escribir nos habilita a poder narrar nuestras emociones, nuestras ideas, a manifestarnos, a soñar. Pero por sobre todo, creo que saber escribir sirve para la transmisión de nuestro cultural simbólico de generación en generación. Una forma de perdurar en el tiempo es a través de la escritura (estudiante de cuarto año del Profesorado de Nivel Primario).

 

La tradición racionalista de la escuela fue, posiblemente, responsable de que las perspectivas empleadas en la enseñanza de la lectura y la escritura se basaran en una versión simplificada y reduccionista del lenguaje escrito como objeto de estudio. Probablemente esta visión sea la que subyace en los argumentos de los estudiantes que responden más a prácticas y discursos escolares que a la reflexión sobre sus propias prácticas de lectura y de escritura. Hoy se asume tanto desde las teorías del aprendizaje como desde las ciencias del lenguaje y las teorías didácticas la necesidad de integrar la enseñanza en campos asociados a la lectura y a la escritura con una práctica significante y reflexiva.

 

A modo de síntesis

                Los datos obtenidos a partir de esta primera etapa de estudio ponen de manifiesto un marcado desencuentro entre la experiencia de los estudiantes como lectores y escritores y lo que ellos mismos estiman que debe ser enseñado en el marco de las prácticas de lenguaje, teniendo en cuenta sus argumentos relativos a la utilidad del saber leer y escribir. Este desfasaje redundaría, en principio, en propuestas de enseñanza fuertemente contradictorias.

Hemos planteado brevemente la interpretación de un recorte de los resultados preliminares obtenidos a través del desarrollo del presente estudio acerca de la formación de docentes de dos Niveles educativos, los que estimamos deberían articularse en un área didáctica específica que se focaliza en el lenguaje que se escribe. Esta idea se funda en la preocupación acerca del aplicacionismo y el prescriptivismo que con frecuencia se observa aún hoy en las escuelas y también en la necesidad de contribuir a la superación de las relaciones entre teoría y práctica en términos dicotómicos.

A partir de los supuestos básicos de la epistemología genética que asumimos, se propone un tipo de dinámica en espiral, flexible y recursiva que permita retomar y a la vez resignificar saberes y posibilidades de aprendizaje de docentes y alumnos. Por ello se desarrollarán en una próxima etapa, grupos de discusión y entrevistas en profundidad con una muestra más amplia de estudiantes y docentes de las instituciones participantes a fin de corroborar y profundizar los datos obtenidos hasta el momento. También prevemos un relevamiento de los documentos curriculares de las provincias involucradas, de los manuales y textos en general empleados o sugeridos para la didáctica del área en las instituciones seleccionadas así como los documentos de trabajo institucional.

El fin último y fundamental de este estudio radica en constituirse en un aporte para la mejora en términos cualitativos de las prácticas de enseñanza del lenguaje escrito tanto en el Nivel Primario como en el Nivel Medio, visibilizando a los docentes como sujetos actores de procesos de aprendizaje particulares que requieren ser descriptos e interpretados atendiendo a la complejidad de los procesos de formación profesional.

 

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*[1]Doctora en Ciencia con Especialidad en Investigaciones Educativas (DIE/CINVESTAV/IPN). Magíster en Enseñanza de la lengua y la literatura (FHUMYA/UNR). Profesora de Castellano, Literatura y Latín (I.N.E.S.) y Profesora para la Enseñanza Primaria.

**[2]Profesora de Lengua y Literatura (UADER) y Licenciada en Enseñanza de la lengua y la literatura (UNL), Especialista en lectura, escritura y educación (FLACSO) y Especialista en Ciencias Sociales con mención en: lectura, escritura y educación (FLACSO). Especialista en nuevas infancias y juventudes (UNER), especialista docente de nivel superior en Educación y TIC (INFOD) y especialista de Nivel Superior en Alfabetización inicial (INFOD). Es Profesora Adjunta ordinaria de Didáctica de la lengua y literatura III, profesora y coordinadora de la cátedra Alfabetización Académica del Profesorado de Educación Primaria de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (UADER). Además se desempeña como profesora en los espacios de Didácticas de la lengua  y Alfabetización inicial en el profesorado de Educación Primaria e Inicial del Instituto de Formación Docente “Rogelio Leites

***[3]Profesora de Castellano, Literatura y Latín (Instituto de Enseñanza Superior, Paraná) y Licenciada en Enseñanza de la lengua y la literatura (UNL), Especialista en Escritura y Literatura en la Escuela Secundaria (INFOD) y especialista de Nivel Superior en Alfabetización Inicial (INFOD). Es Jefa de Trabajos Prácticos ordinaria de Didáctica de la lengua y literatura I, profesora interina de las cátedras Alfabetización Académica, de los Profesorados de Educación Inicial, Primaria con Orientación Rural y Didáctica de la lengua y la literatura II y III del Profesorado de Educación Primaria, todos de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (UADER). Además se desempeña como asesora técnica en la Dirección de Educación Primaria, del Consejo General de Educación de Entre Ríos.

1[4]Este Proyecto de Investigación es llevado adelante por el siguiente equipo: Directora: Dra. Mónica Baez;  Co-director: Dr. Fernando Avendaño;  Integrantes del equipo: Prof. Soledad Galván, Prof. Adriana Gómer,  Prof. Gabriela Olivari,  Prof. Melina Podadera.

                                              

 

2[5]“Estudio descriptivo-exploratorio acerca de los indicadores de dislexia: análisis crítico y posibles reinterpretaciones” Proyecto PID. Resolución Rectoral Nº 031/2019 de UGR y Recorte Tesis de Romero, N. y Soria A. (2019) “Supuestos que subyacen respecto de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura en los argumentos de los docentes de nivel primario acerca de las producciones no convencionales de sus alumnos y su posible patologización bajo el término de dislexia”.